En una maravillosa tarde de viernes, los hombres de Depeche Mode estaban en el Parc del Forum de Barcelona. Fue una velada llena de momentos electrónicos, momentos emotivos y un ambiente inolvidable. Con Dave Gahan como el carismático líder y Martin Gore en el teclado y la guitarra, prometía ser una velada llena de magia musical. La lista de canciones estaba perfectamente compuesta con una buena mezcla de viejos favoritos y nuevas canciones.
El concierto comenzó con una poderosa canción de apertura, ‘My Cosmos Is Mine’, con la que Depeche Mode inmediatamente marcó la pauta para el resto de la velada. Con una gira dedicada al nuevo disco ‘Memento Mori’ era lógico que se presentara mucho trabajo nuevo. Eso vino con, por ejemplo, ‘Wagging Tongue’, también de ese disco. Aún así, no todo era trabajo antiguo. También llegó el clásico del synthpop ‘Walking in My Shoes’. La energía salpicó el escenario y la audiencia fue inmediatamente absorbida por la música.
‘In Your Room’ se entregó de manera impresionante y emocional, pero el verdadero espectáculo solo llegó con la banda sonora New Wave ‘Everything Counts’, con la que Depeche Mode realmente comenzó con el público en general en 1984. El baterista Christian Eigner demostró ser muy unido. en esta canción y resultó ser un fuerte motor para los británicos después de 25 años. La combinación del impresionante rango vocal de Gahan y la melodía cautivadora llegó al corazón de la audiencia. Depeche Mode demostró una vez más por qué son una banda tan icónica y por qué su música sigue siendo relevante después de todos estos años.
El público también disfrutó de un número acústico, el hermoso ‘Soul with me’. Este momento íntimo añadió una nueva dimensión a la actuación y mostró la versatilidad de Depeche Mode. Fue un cambio bienvenido de las enérgicas pistas electrónicas. Durante el concierto también se habló de la salida de Andrew Fletcher, quien falleció el año pasado. A él se le dedicó la canción ‘World in My Eyes’, que provocó una ola de emociones entre el público asistente. Fue un tributo a un músico fantástico y uno de los fundadores de la legendaria banda.
Después de una actuación abrumadora, Depeche Mode, que terminó con ‘Enjoy the Silence’, regresó para un emocionante bis. ‘Waiting for the Night’ se interpretó aún más desnuda que en ‘Violator’, con una impresionante armonía vocal de Gahan y Gore. Pero los verdaderos éxitos fueron realmente las últimas canciones. El megaéxito ‘Just Can’t Get Enough’, el favorito del público ‘Never Let Me Down Again’ y el punto culminante de la noche, ‘Personal Jesus’, dieron vida al salón por última vez. El público bailó y cantó. Depeche Mode logró mantener la energía hasta el final. Fue genial ver cómo Depeche Mode aún logra combinar los clásicos con energía fresca y entusiasmo en 2023, más de 40 años después de su fundación.