El pasado jueves falleció Angela Bofill, la artista originaria del Bronx que se ganó un lugar propio como una destacada intérprete de baladas soul con su poderosa y distintiva voz de contralto. Nacida el 2 de mayo de 1954 en el Bronx, Nueva York, Angela creció en un entorno musical. Su padre cubano y su madre puertorriqueña se aseguraron de que estuviera expuesta a una amplia gama de estilos musicales, desde Motown hasta Aretha Franklin, y desde Tito Puente hasta Celia Cruz. Angela recordaba vívidamente cómo crecer en Harlem significaba tener siempre la música más nueva a la mano para estar a la moda. Su fallecimiento fue anunciado con un breve mensaje en las redes sociales.
A los dieciocho años, Angela ya era una cantante y compositora consumada y había trabajado con artistas legendarios como Cannonball Adderley, Herbie Hancock, Nat Adderley Jr. y Dizzy Gillespie. Fue solista en el Dance Theater of Harlem y estudió teatro en la University of Hartford, así como canto en el Hartt College of Music. Angela también obtuvo una licenciatura en música en la prestigiosa Manhattan School of Music, donde recibió formación clásica en ópera.
La carrera en solitario de Angela comenzó en 1978 con su álbum debut “Angie”. Con éxitos como “This Time I’ll Be Sweeter” y “Under The Moon and Over the Sky”, estableció su mezcla única de jazz y R&B, y rápidamente se convirtió en una de las principales vocalistas tanto en el mundo del pop como del jazz. Su segundo álbum, “Angel of the Night”, lanzado en 1979, con éxitos como “I Try” y la canción que da título al álbum, confirmó su estatus. Ambos álbumes estuvieron en la cima de las listas de pop, jazz y R&B durante meses.
Entre 1978 y 1984, Bofill tuvo un éxito constante en las listas de R&B, con seis álbumes en el Top 40 y dos en el Top 10. Aunque su carrera se enfrió un poco después de 1984, regresó a las listas de R&B con álbumes como “Intuition” (1988), “I Wanna Love Somebody” (1993) y “Love in Slow Motion” (1996).
En 2006, Angela sufrió un derrame cerebral grave que la dejó en gran medida incapaz de moverse y hablar. En 2007, sufrió otro derrame cerebral, lo que complicó aún más su recuperación. Como Angela no tenía seguro médico, se organizaron conciertos benéficos para cubrir sus gastos médicos.
Aunque ya no podía cantar, Angela regresó a los escenarios en los últimos años con “The Angela Bofill Experience”. En este espectáculo, compartió la historia de su vida y carrera, mientras que artistas como Maysa Leak, Phil Perry y Melba Moore interpretaron sus mayores éxitos y canciones emblemáticas. En 2012, Angela fue perfilada y entrevistada para la serie documental de TVOne “Unsung”.
Angela Bofill deja un impresionante legado musical y será recordada por su voz única y sus contribuciones a la música soul y jazz. Su legado vivirá en los corazones de sus fanáticos y la comunidad musical.
Angela Bofill tenía 70 años. Su fallecimiento marca el fin de una era, pero su música seguirá sonando.
Foto (c) John Mathew Smith, CC.2.0