La cantante de gospel estadounidense Cissy Houston, madre de la legendaria Whitney Houston, falleció el lunes a los 91 años en su ciudad natal, Newark. Así lo anunció su familia. Houston, que llevaba algún tiempo en cuidados paliativos debido a la enfermedad de Alzheimer, deja un impresionante legado musical que abarca más de siete décadas.
Emily Drinkard, como se llamaba al nacer, pasó de ser una humilde cantante de coro de iglesia a convertirse en una de las figuras más influyentes del gospel estadounidense. Como miembro de The Sweet Inspirations, su voz se escuchó en innumerables éxitos de los años 60, incluyendo clásicos como “Natural Woman” de Aretha Franklin y “Brown Eyed Girl” de Van Morrison. Más tarde, se desarrollaría como una respetada cantante solista, lo que le valió dos premios Grammy al mejor álbum de gospel tradicional.
Houston encabezaba una impresionante dinastía musical. No solo era la madre de Whitney Houston, sino que sus primas Dionne y Dee Dee Warwick y su prima Leontyne Price también se hicieron un nombre en el mundo de la música. Durante más de cincuenta años, fue directora del coro en la Iglesia Bautista New Hope en Newark, donde dio sus primeros pasos musicales a los cinco años.
Los últimos años de su vida estuvieron ensombrecidos por tragedias personales. En 2012, perdió a su hija Whitney Houston, que murió a los 48 años en la bañera de un hotel. Tres años después, su nieta Bobbi Kristina Brown sufrió un destino trágico similar. A pesar de estos reveses, Houston siguió siendo un faro de fortaleza y espiritualidad dentro de la comunidad del gospel hasta una edad avanzada.
Los expertos en música la elogian no solo por sus propios logros, sino especialmente por su papel como guardiana y desarrolladora de talentos. “Whitney Houston fue entrenada por la mejor”, dijo anteriormente Robert Darden, profesor de la Universidad de Baylor, sobre ella. “Y aunque Whitney tenía una voz única, sin el entrenamiento y la influencia de alguien como Cissy, que conocía a todo el mundo y podía cantar en todos los estilos, nunca habría logrado lo que logró”.
A Cissy Houston le sobreviven dos hijos, Gary Garland y Michael Houston, así como varios nietos y bisnietos. Con su fallecimiento, el mundo de la música estadounidense pierde a una de sus últimas grandes pioneras del gospel de la edad de oro del soul y el R&B.
Resumió acertadamente su filosofía de vida en una entrevista con un periódico estadounidense en 1983: “Todo viene de adentro. Lo que siento es lo que canto”. Es esta autenticidad la que seguirá caracterizando su voz y su legado mucho después de su fallecimiento.
Foto (c) Tom Marcello, CC BY-SA 2.0.