Tears For Fears – Songs For A Nervous Planet

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Seamos honestos: hay bandas que sacan lo mejor de sí mismas en el estudio, y hay bandas que debes experimentar en vivo. La probabilidad de que alguien mencione a Tears for Fears como ejemplo de esta segunda categoría es tan baja como la posibilidad de que los hermanos Gallagher sobrevivan a una reunión de Oasis sin pelear.

Hablando de reuniones: ¿quién hubiera pensado hace unos años que Roland Orzabal y Curt Smith volverían a compartir el escenario como dúo? Pero después de la salida de “The Tipping Point” en 2022, ambos, junto a una banda de cinco músicos de sesión, volvieron de gira. “Songs for a Nervous Planet” es el resultado: un auténtico álbum en vivo.

Un primer indicio de que Tears for Fears también podía ser una excelente banda en directo ya se mostró en “Songs from the Big Chair”, el álbum que marcó su gran éxito. En ese disco, “Head over Heels” pasa a una grabación en vivo de “Broken”, con un estruendoso aplauso final. Sin embargo, los fanáticos han tenido que esperar cuarenta años por un álbum en vivo completo, admite Orzabal en los comentarios que acompañan este nuevo disco. Al parecer, tenía que valer la pena.

Eso caracteriza el modo de trabajar de Tears for Fears. En cada álbum, se puede escuchar el perfeccionismo: en la composición, los arreglos y la producción misma. Se nota que nada se deja al azar, y con esa observación llegamos directamente al eterno punto de crítica: todo es extremadamente pulido. Incluso en directo. Es como una pared recién enlucida en la que los cuadros están colgados con un nivel de agua, perfectamente alineados y a la distancia exacta entre sí.

Esto también se refleja en las cuatro nuevas pistas de estudio añadidas a este álbum. Siempre existe la esperanza de que el nuevo material alcance el nivel del magistral “Sowing the Seeds of Love”, pero las nuevas canciones no se acercan en absoluto. El dúo recurre a fórmulas probadas, como en “Emily Said”, que – al igual que “Sowing the Seeds of Love” – parece estar principalmente inspirada por el trabajo tardío de los Beatles, incluido un extraño cambio de estilo al final. Esa inspiración falta en las otras canciones. En particular, “Say Goodbye to Mum and Dad” es una pieza sin importancia de la que este álbum podría haberse deshecho fácilmente.

¿Y en vivo? No esperes excesos. Las canciones, incluidos todos los grandes éxitos, se interpretan de manera sólida, en su mayoría tal como fueron grabadas en el estudio. Cabe destacar que la cantante Carina Round hace una excelente “Oleta Adams” en “Woman in Chains”, justo antes de que aparezca el único verdadero punto culminante: “Bad Man’s Song”, donde hay espacio para esa explosión que hace que las interpretaciones en vivo sean realmente interesantes. Aquí es donde se escucha que Tears for Fears como banda en vivo está firmemente consolidada, como una casa con paredes recién enlucidas. No hay nada de malo en ello.

Aunque, en cuanto a esos cuadros, a veces podrían ser un poco más atrevidos. (7/10) (Concord)

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