No hay consuelo alguno en el lanzamiento debut de Kauneus, el dúo portugués anónimo que etiqueta su música como death blues pero que deriva intencionadamente por terrenos ambientales. Esto no es ambient en el sentido relajante, de fondo — es ambient como erosión, ambient como obsesión, ambient como recordatorio. A lo largo de tres pistas, Kauneus construye un mundo a partir de la decadencia y el silencio, la respiración y la memoria. Permanece. Mancha.
‘Assim falava o senhor Zaratusta’ abre el EP con una fuerte corriente filosófica subyacente. Aunque su título hace un guiño a Richard Strauss, la referencia apunta más precisamente a la novela profética de Friedrich Nietzsche. La música en sí rechaza la grandiosidad de Strauss en favor de algo mucho más íntimo e inquietante. No hay crescendos, ni oleadas orquestales — solo pulsos lentos y desarticulados que sugieren pensamientos desmoronándose, ideas colapsando sobre sí mismas. La pista respira como un organismo moribundo, cada sonido una silenciosa protesta contra la falta de sentido. No interpreta a Nietzsche; lo escucha disolviéndose en tiempo real.
‘O silêncio segundo Orfeu’ comienza con la espeluznante textura de un disco de vinilo reproducido al revés — distorsionado, fantasmal y casi alucinatorio. La pieza pronto se asienta en algo más siniestro: una alucinación sónica que parece grabada en un hospital abandonado. Los ecos parpadean como luces fluorescentes defectuosas, mientras el espacio se convierte en su instrumento. El silencio al que hace referencia el título no es paz, sino ausencia — el silencio de puertas que nunca volverán a abrirse, de voces desaparecidas hace tiempo. Es Orfeo regresando, no del inframundo, sino de un recuerdo que se niega a permanecer enterrado.
‘Fragmentos da anatomia da melancolia’ cierra el disco con una inquietud gótica que roza lo pesadillesco. Hay algo extrañamente retro en ello, que recuerda a las bandas sonoras de los primeros juegos de disparos en primera persona como Doom o Wolfenstein 3D, donde el horror se encontraba con la violencia pixelada en pasillos claustrofóbicos. La pista se siente como vagar por una casa embrujada construida a partir de la memoria y el mito, donde cada esquina esconde algo pudriéndose, pero vagamente familiar. Es juguetonamente sombrío, inquietantemente divertido, y estratificado con la justa amenaza para permanecer en tus huesos.
Kauneus no solo evita el género — parecen activamente hostiles hacia él. Este EP es música ambient que rechaza la pasividad, sonido experimental que no ofrece resolución. Es filosofía representada como estado de ánimo, estado de ánimo representado como ruina. Belleza y terror, fusionados en el silencio. (8/10) (Producción Propia)