¡Qué sorpresa! El álbum «Echoes of Love and Life» de Lena Wu es un magnífico viaje a través de diferentes mundos musicales que cautiva de principio a fin. Mientras que los asistentes habituales a conciertos están acostumbrados a cantantes de ópera que se ciñen al repertorio tradicional, Wu se atreve a hacer algo completamente diferente y funciona fantásticamente.
El álbum abre con «Nuit d’étoiles» de Debussy e inmediatamente uno sabe que está escuchando algo especial. La voz de Wu tiene una calidez y naturalidad que son raras. No solo canta las notas, cuenta una historia. Esas primeras palabras francesas ya ponen la piel de gallina. Luego viene «Vanilla Ice Cream» y sí, está bien leído. Inicialmente surge la pregunta: ¿qué hace esta canción aquí entre todos estos clásicos? Pero Wu hace algo mágico con ella. Su enfoque lúdico muestra que la buena música no conoce fronteras. Es prueba de su valor como artista.
«L’heure exquise» es verdaderamente sublime. Wu domina el repertorio francés como si hubiera crecido con él. La forma en que hace flotar la melodía, cómo juega con el ritmo y la dinámica, esto es artesanía del más alto nivel. Se convirtió en un favorito personal del álbum. Con «Caro nome» de Verdi, Wu muestra su clase operística. Por supuesto, esta es una de las arias más difíciles del repertorio, pero maneja todos los desafíos técnicos con facilidad. Lo que fue particularmente conmovedor fue la profundidad emocional que aporta al personaje de Gilda. Esto no es una pieza de lucimiento, esto es teatro real.
«Wishing You Were Somehow Here Again» podría haber sido fácilmente un paso en falso: ¿Andrew Lloyd Webber entre Debussy y Verdi? Pero Wu entiende lo que hace. Su interpretación es tan conmovedora que la canción encaja perfectamente en la historia que cuenta sobre el amor y la pérdida. Es imposible no conmoverse con esta actuación. «Mein Herr Marquis» de Johann Strauss trae de vuelta la diversión. Wu claramente disfruta con esta aria de opereta coqueta y ese disfrute es contagioso. Su timing es perfecto, su coloratura brillante. Uno querría verla inmediatamente en el escenario de la Volksoper.
El álbum termina con «The Light in the Piazza» de Adam Guettel, una joya moderna que Wu canta con tal ternura que los corazones se abren. Es una conclusión esperanzadora para un álbum que ha tocado emocionalmente. Lo que hace tan especial a este álbum es la conexión auténtica de Wu con cada canción. Uno puede escuchar que realmente entiende y vive esta música. Su técnica es excelente con entonación pura, hermoso apoyo respiratorio y fraseo expresivo, pero lo que la distingue es su musicalidad. Sabe exactamente cuándo tomar y cuándo dar.
La producción también merece elogios. La grabación suena íntima pero no desnuda, el acompañamiento al piano es sensible y de apoyo. Todo sirve a la historia de Wu. «Echoes of Love and Life» no es un álbum clásico ordinario. Es una declaración personal de una artista que entiende que la buena música conecta, independientemente del género o la tradición. Wu ha demostrado con este álbum que no solo es una excelente cantante, sino también una verdadera artista con su propia voz. Esto merece un lugar en toda colección de CD clásicos. (9/10) (6848926 Records DK)